En algunos procesos judiciales se hace necesario extraer y analizar evidencias de dispositivos móviles, ordenadores, correos electrónicos, discos duros…, necesarios para el desarrollo del mismo. Es en esos casos donde el papel del perito informático, a través del análisis forense, juega un papel de gran importancia, pues trata de esclarecer con total imparcialidad hechos previamente ocurridos, analizando para ello las evidencias extraídas de esos dispositivos, para finalmente plasmarlos en un informe que pueda servir para la toma de decisiones o en su caso, para la presentación ante un tribunal.
¿Cuáles son los objetivos del análisis forense?
El objetivo es buscar respuesta a tres preguntas básicas,
¿Qué se ha alterado?¿Cómo ha ocurrido? ¿Quién ha sido?
Resolver estas cuestiones hace necesario un análisis forense meticuloso, que a través de una serie de fases, ha de dar al perito la capacidad suficiente para poder contestar a las preguntas planteadas con total imparcialidad y objetividad.
¿Cuáles son las fases?
Estructurar en fases el análisis forense nos va a permitir una mejor organización de los procesos, nos ayudará a mantener la integridad de la evidencia, va a favorecer en caso de ser necesario, poder reproducir los pasos del análisis por otro perito, contribuirá a la preservación adecuada de la cadena de custodia, y además, nos va a permitir garantizar que el proceso y los resultados del mismo estén alineados con principios éticos y requisitos legales aplicables.
Las diferentes fases son:
- Estudio de antecedentes: Como paso previo a cualquier encargo de nuestros clientes, nos reunimos con ellos para analizar de primera mano los antecedentes del caso, estudiar la viabilidad del mismo y marcar los objetivos que se pretenden conseguir.
- Adquisición de evidencias: En esta fase se realiza la recolección de le evidencia digital (discos duros, dispositivos móviles, copias de seguridad y otros elementos relevantes), siempre poniendo especial cuidado en no alterar los datos y preservando así la cadena de custodia, lo que permitirá asegurar la integridad de la evidencia, pues en caso contrario perdería valor probatorio de cara a cualquier proceso judicial.
Toda evidencia debe satisfacer tres requisitos imprescindibles:
Relevancia
Cuando la información adquirida es de interés para el objeto de nuestra investigación.
Confianza
Cuando los procesos utilizados son auditables y repetibles y sus resultados son por tanto reproducibles.
Suficiencia
Lo que consigue es que esta sea suficiente para poder continuar con nuestra investigación
- Análisis de evidencias: Una vez adquiridas las evidencias toca analizar las mismas, para lo cual se debe procesar toda la información adquirida obteniendo a partir de ella una serie de resultados que nos permitan clarificar el hecho dado, y por consiguiente obtener respuesta a las preguntas planteadas.
- Presentación de resultados: A pesar de ser la última fase del proceso es una de las más importantes, pues una mala exposición de los resultados llevaría al traste toda la investigación. La presentación de resultados la dividimos en dos nuevas fases:
- Informe pericial: Es el documento con el que se expondremos en detalle todo el trabajo que hemos llevado a cabo, describiendo los resultados del mismo, indicando el proceso seguido y plasmando las conclusiones a las que hemos llegado a partir de las fases anteriores.
- Ratificación en juicio: Cuando sea necesaria la declaración del perito ante el tribunal, nuestra labor será la de responder sobre la investigación realizada, dando respuesta detallada del informe realizado y aclarando las dudas que puedan plantear tanto las partes como el ministerio fiscal o el tribunal, las cuales como técnicos especializados en la materia debemos ser capaces de responder y siempre con total imparcialidad y objetividad.
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